21/10/2014 |
No hay suficientes divisas para asegurar el normal flujo del entramado productivo, a pesar de las desmentidas del Gobierno.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dio un paso adelante y se cargó al hombro de la nueva gestión un nuevo capítulo de la administración del comercio exterior argentino: la cuotificación de los dólares.
Al contratiempo de obtener una declaración jurada anticipada de importación (DJAI) que habilite el ingreso en la Argentina de insumos y bienes intermedios para la industria, le sobreviene ahora el ajetreo de conseguir los dólares para girarle al proveedor o la matriz. No hay suficientes divisas para asegurar el normal flujo del entramado productivo, a pesar de las desmentidas del Gobierno.
A tal punto llegó la economía de guerra en la administración de los dólares que un anuncio realizado por "algunas" navieras (comunicaron a sus clientes que exigirían el pago de sus servicios en en el exterior a partir del 15 de este mes) puso al comercio exterior al borde de la interrupción, profundizando todavía más el aislacionismo del país de los mercados internacionales.
Semanas atrás, el Banco Central redujo a US$ 150.000 diarios el cupo permitido a las líneas marítimas para girar al exterior en concepto de pagos de fletes y cargos asociados.
El Centro de Navegación solicitó una reunión de urgencia con las autoridades del Banco Central. No obstante, las navieras de mayor actividad comenzaron a comunicarles a sus clientes sobre el nuevo mecanismo que obligaría a cambiar las condiciones de los contratos.
La reunión se suspendió por la renuncia del anterior presidente de la institución financiera, Juan Carlos Fábrega. No obstante, el martes último fueron recibidos los directivos del Centro de Navegación y los ejecutivos de las navieras que más dólares necesitan girar al exterior -por ser las de mayor movimiento- y que venían acumulando pesos en la Argentina por la limitación impuesta por el Banco Central.
La gerenta de Exterior y Cambios, Marina Ongaro, encabezó la reunión, de la que participaron también funcionarios del Ministerio de Economía. Según trascendió, las autoridades financieras comprendieron el planteo operativo de las navieras. Y pidieron una semana para dar respuesta al reclamo.
Afortunadamente, al día siguiente, desde el Central se comunicaron con el Centro de Navegación para avisarles que serían autorizados los dólares necesarios para pagar los fletes al exterior.
Así como la limitación anterior fue informal y no escrita, esta flexibilización se dio en los mismos términos. No obstante, les pidieron a las navieras que avisaran a los clientes "que seguirían cobrando en pesos en el país".
Fuente:
La Nación