26/06/2015 |
El funcionamiento de un escáner en Villa María coincidió con la inhabilitación por parte de la Aduana de la carga en las empresas.
En momentos en que se agudiza la estrepitosa caída del comercio exterior argentino, una decisión de la Aduana –aplicada sin matices en Córdoba– colocó en alerta a una parte de la actividad, cuyos actores principales responsabilizan por la medida a la influencia del intendente de Villa María, Eduardo Accastello, en el Gobierno nacional.
Las consecuencias de las decisiones adoptadas pueden terminar afectando los envíos al exterior de unas 120 empresas cordobesas autorizadas para consolidar exportaciones en sus mismas plantas. Se trata, en su mayoría, de firmas dedicadas a la producción de maní confitería, granos en general, frigoríficos e incluso alguna autopartista.
La preocupación llegó a tal punto que el lunes hubo una reunión de urgencia entre directivos de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec), el Centro de Despachantes de Aduana (CDA) y funcionarios de la delegación local del organismo de contralor aduanero. Allí se avanzó poco y nada para destrabar el problema.
Los inconvenientes comenzaron, según dijeron distintas fuentes, a partir de un mail enviado desde Buenos Aires por la subdirectora del Interior de la Aduana, María Cristina Meléndez. La funcionaria ordenaba suspender la operatoria de consolidación de embarques en toda empresa que no contara con escáner para verificar la carga.
La decisión llegó a manos del director regional de la Aduana, Eduardo Balceda, un funcionario estrechamente vinculado con el titular de la Afip, Ricardo Echegaray. Balceda salió a hacer cumplir a rajatabla la medida, lo que determinó que varias empresas, en particular aquellas que están bajo la jurisdicción de la Aduana de General Deheza, no pudieran consolidar cargas.
Hasta ese momento, el sistema funcionaba así. Con instalaciones adecuadas y autorizadas (deben poseer cámaras de video, balanzas, caniles y oficinas para el personal aduanero), las empresas cargaban los contenedores. Luego, un funcionario de la Aduana corroboraba la carga y emitía la documentación pertinente para remitir el contenedor al puerto.
Pero ninguna de las empresas posee escáner por el alto costo que representa su instalación: alrededor de tres millones de dólares. De hecho, la Aduana Argentina sólo tiene unos pocos equipos fijos y cuatro móviles.
A los operadores de comercio exterior de Córdoba les cayó demasiado sugestivo que casi al mismo tiempo en que Meléndez lanzaba su mail , comenzaba a funcionar en el Parque Industrial de Villa María uno de los escáneres móviles enviado por la Aduana nacional, el cual permanecerá ahí por un tiempo no determinado.
Polo logístico propio
Dicho parque villamariense también lanzó un proyecto para crear un polo logístico, dato que no pasó inadvertido, en particular en las empresas que cargaban en planta sus exportaciones en el área de jurisdicción de la Aduana de General Deheza, que abarca también a Villa María.
“Esa información del polo logístico nos preocupa”, reconoció Luis Macario, presidente de la Cámara del Maní, quien, sin embargo, dijo que sólo una manicera había sido afectada por el cierre de su planta. Es más, Macario aclaró que en su propia empresa (situada en General Deheza) se efectuaron correcciones y la planta quedó habilitada.
Pero esa no sería la regla general. Al menos así quedó planteado en la reunión del lunes en la Cacec, encabezada por el titular de esa cámara, Norberto Delfino, su par de Despachantes, José Garello, y el propio Balceda.
Los exportadores le apuntan directamente a la influencia que Accastello tiene en el Gobierno nacional porque inevitablemente quien no pueda consolidar en planta deberá acudir a Villa María o directamente al puerto de Buenos Aires, sumándole un costo logístico pesado a la carga y honorarios adicionales.
Ayer, la gestión de Accastello defendió el funcionamiento del escáner en su ciudad. “No se le exige a nadie que pase por Villa María”, remarcó (ver respuesta aparte).
Para no quemar las naves frente a Balceda, la Cámara dispuso elevar el tema a Fecacera, la Federación que nuclea a las cámaras, a fin de que encare una negociación a nivel nacional. No pocos operadores locales le objetan al funcionario su nulo margen de acción ante la problemática propia del comercio exterior cordobés que funciona a 700 kilómetros de los puertos.
Rodolfo Banchio, presidente del Parque Industrial de Villa María, afirmó a La Voz del Interior que por ahora el escaneo de los contenedores es gratis. Entre 10 y 20 camiones concurren por día al lugar para validar sus cargas. Pero deslizó un dato crucial: el parque comprará un escáner fijo para que funcione en el polo logístico, a partir de lo cual se cobrará un canon por el servicio.
¿Cuánto tiempo permanecerá el escáner móvil de la Aduana en Villa María? “No tengo ese dato, pero pienso que estará hasta que llegue el equipo que seguramente van a comprar los socios privados del parque”, comentó Banchio.
Buscar droga
Objetivo. El escaneado de los contenedores tiene como objetivo detectar eventuales contrabandos o cargamentos de estupefacientes. También se puede escanear por bulto.
Excepción. Sin embargo, el régimen exceptuaba a las empresas de este paso siempre y cuando las plantas cumplieran ciertos requisitos. Antes del cierre del contenedor, un funcionario de la Aduana verifica qué cosas van en su interior.
Alcances. Pueden embarcarse en planta mercaderías a granel y todas aquellas que por sus características necesiten un cuidado especial, manejo que habitualmente no se puede dar directamente en el puerto.
Fuente:
La Voz