29/08/2014 |
En la volátil jornada de ayer, las mesas de dinero de los bancos buscaron conseguir dólares para sus clientes, muchos de ellos importadores. El BCRA les dijo que no...
El que avisa no traiciona. Hasta el martes próximo, el Banco Central ha clausurado virtualmente la entrega de autorizaciones para que los importadores puedan hacerse de los dólares. En la práctica implica que la entidad que conduce Juan Carlos Fábrega no deberá hacer concesiones y podrá concentrarse en su objetivo principal: no perder más reservas. En agosto, ya ha superado los u$s 400 millones y si bien ha conseguido mantener sin cambios la cotización oficial del peso en los últimos días, también eso ha decantado en una mayor alza del dólar informal que ayer cerró en los $ 14,45.
El aviso se lo hicieron a las principales mesas de dinero. Fue informal, como lo es todo en cuestiones cambiarias. Entre las razones, la primera es el paro que hoy se llevará a cabo a los que habrá que sumarle un viernes con "cierre anticipado" por ser la víspera del Labor Day estadounidense del lunes próximo. "Los mercados locales dependen en gran medida de la referencia neoyorkina mal que les pese a los seguidores del movimiento anti-Griesa", señala un banquero de la City.
La lectura entusiasta la hacen en cercanías de Fábrega. Sostienen que no hay nada extraordinario, que en feriados en Estados Unidos, el mercado local siempre opera cantidades marginales. Nada dicen de las autorizaciones a las importaciones, virtualmente congeladas.
Hay retrasos de hasta seis meses para la importación de insumos. Las mesas de dinero de los bancos ya están cansadas de esperar las autorizaciones. El sistema de matching que solía aplicarse ahora aparece virtualmente congelado. Es decir, si eventualmente entran dólares de la liquidación de exportaciones, el BCRA no los gira a la importación.
Con respecto a esto último, sigue tallando fuerte la situación de buena parte del agro, que no sólo se mantenía renuente a vender la cosecha de soja. Esto es debido a que consideraba bajo el tipo de cambio oficial, sino que además, también ha quedado atrapado de una fuerte baja de la soja que ayer cerró con una nueva baja en u$s 376 por tonelada.
A mayor brecha, menor liquidación de dólares. En la síntesis, si el productor decide vender sus granos y dolarizarse (algo que luce cada vez más lejano), deberá recorrer un largo camino e incluso calcular la brecha. Por ejemplo, con los cierres del día, por cada dólar que liquida el exportador / productor, el Banco Central le paga $ 8,40. A ello habrá que descontarle las retenciones si es que el producto exportado está gravado. Suponiendo que el exportador de soja debe liquidar, debe restarle a esos $ 8,40, el 35% por las retenciones: así, por cada dólar que compra el Gobierno, se paga $ 5,46.
Suponiendo el caso que el exportador o productor decidiera posicionarse en un activo que no pierda poder adquisitivo, (pedirle dólares ahorro a la AFIP está descartado), sólo le quedaría la opción del dólar bolsa o blue. En ese sentido, para poder comprar un dólar en la Bolsa, el exportador debe agregar prácticamente $ 8 más. Así, la distancia o brecha entre uno y otro avanza. Suponiendo que el dólar de referencia sea el blue, entonces la brecha se ubica en un 164%. Cuanto mayor distancia hay entre uno y otro valor, menor entrada de dólares se genera.
Fuente:
Cronista