16/10/2015 |
Ante el cercano escenario de un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), varios sectores empresarios salieron a ratificar su rechazo a un entendimiento comercial por el grave perjuicio que ocasionaría en la actividad industrial.
El directivo de la cámara del cuero CIMA, Raúl Zylbersztein, señaló a BAE Negocios que “el acuerdo entre la UE y el Mercosur es resistido desde hace tiempo por las pymes de Argentina y de Brasil; teniendo posiciones diferentes las corporaciones multinacionales, en especial las automotrices y los laboratorios transnacionales”.
En este sentido, reconoció que “el gobierno de Argentina siempre dio cuenta de la defensa de la industria nacional en este tema. El hecho de una devaluación, como Brasil, no puede ser determinante para apurar un acuerdo; ya que es una competitividad transitoria y el acuerdo es para toda la vida”. Las zonas de libre comercio se han guiado por la lógica de la globalización, “y ahora podemos ver los resultados de las mismas. Del NAFTA resultó un muro en la frontera entre México y EEUU, y las problemas migratorios que hoy podemos ver. Y en la UE también vemos las consecuencias en Grecia, España, y varios otros países. Y nosotros tenemos 20 anos del tratado de Ouro Preto, con el Mercosur. Por lo menos, el Mercosur sirve para no avanzar en estos disparates”, narró Zylberstein.
Por su parte, el directivo de la autopartista AFAC, Juan Cantarella, aseveró a este diario que “del analisis objetivo de oportunidades y amenazas para el sector automotriz de un eventual acuerdo con la UE, surge claramente que no es conveniente. Hoy, la UE es uno de los bloques con los que tenemos mayor déficit automotriz, principalmente en autopartes. Los países del Este de Europa tiene muy bajos costos que hacen improbable la generacion de negocios”.
Asimismo, puntualizó que los principales centros de decisión automotriz están en la UE, “lo que plantea un problema de jerarquías para las filiales locales”.
En tercer término, el referente de CGERA y empresario del calzado, Horacio Moschetto, planteó las diferencias con sus pares brasileños. “Las negociaciones tienen que ser de bloque a bloque, las decisiones no pueden ser por países. O decidan todos o ninguno. La mayoria de los empresarios nacionales no quieren entrar en UE y los brasileños están ávidos de entrar”, analizó.
Para Moschetto, “ellos están más competitivos para poder exportar. Ademas, no nos ponemos de acuerdo en el tratamiento de origen. Mosotros proponemos certificacion de origen especifico y Brasil le da un tratamiento mas laxo. por ejemplo, España trae capelladas de china. no le veo demasiado futuro para que esto avance”.
La Unión Europea y el Mercosur finalizaron a principios de mes en Asunción dos días de reuniones “positivas”, según el gobierno paraguayo, quien destacó que ha habido un aumento en la oferta de productos y servicios que se incluirían en una futura negociación de un tratado de libre comercio entre ambos bloques.
El gobierno paraguayo, a cargo de la Presidencia semestral del Mercosur, destacó precisamente que se hayan añadido sectores nuevos. “En líneas generales la reunión resultó positiva y hay sectores importantes que no estaban contemplados en la oferta de la UE en 2004 y que hoy están”, dijo el vicecanciller paraguayo, Rigoberto Gauto.
LA CE INVIERTE EN AGRO
La Comisión Europea (CE) anunció hoy la adopción de una “nueva política de promoción” para 2016, con programas que recibirán 111 millones de fondos europeos para ayudar a los productores agrícolas a promover sus productos tanto en el territorio comunitario como más allá de sus fronteras. Esto supone aumentar los recursos disponibles a este fin, en línea con el objetivo de alcanzar los 200 millones en 2019, de manera que 30 millones de los 111 millones puestos sobre la mesa irán destinados al sector lácteo y al porcino. También se elevarán la tasas de cofinanciación de la UE desde el 50 % al 70 % para los programas simples presentados por una organización de un Estado miembro, al 80 % para programas múltiples y programas destinados a terceros países y al 85 % para los programas de crisis.
Fuente:
DiarioBae
