20/05/2016 |
El nuevo gobierno de Michel Temer quiere flexibilizar el bloque y que cada país pueda avanzar en TLC en forma individual.
El plan para modificar la normativa actual fue anunciado por Uruguay y Paraguay en 2015
La intención, no oficializada por Brasil pero sí por Uruguay y Paraguay el año pasado, y que fue reseñada por este medio, estuvo ayer en boca de Serra, dando un anticipo de uno de los ejes de la misión. Este anunció su voluntad de transformar el Mercosur, que actualmente funciona bajo la forma de una unión aduanera imperfecta, en una zona de libre comercio. El Mercosur es una unión aduanera imperfecta porque eliminó los aranceles para la comercialización de 95% de los productos entre sus integrantes y mantiene un arancel externo común para el intercambio con los países ajenos al bloque.
De acuerdo con el plan que traerá Serra a Buenos Aires, una zona de libre comercio supone que los países que la integran también eliminan los aranceles para comerciar entre ellos pero, en cambio, cada uno mantiene libertad de acción para intercambiar bienes y servicios con otras naciones o grupos de naciones.
Brasil, según Serra, impulsará una “renovación del Mercosur”, el bloque en el cual “hay que corregir lo que necesita ser corregido para promover una verdadera área de libre comercio”.
En 2015, durante una visita oficial en Brasilia, el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, afirmó que era necesario replantear el bloque y dar mayor flexibilidad comercial.
Brasil golpea la balanza
En otro orden, un informe de la consultora DNI se refiere a los efectos que la crisis en Brasil está generando en las exportaciones argentinas.
Por la crisis en Brasil, las ventas argentinas a ese país son sólo el 15% del total exportado
En particular, el trabajo encabezado por el especialista Marcelo Elizondo sostiene que en el primer trimestre de 2016 las exportaciones argentinas a todo el mundo crecieron 3% (de u$s12.058 millones a 12.413 millones de dólares), pero las exportaciones totales a Brasil han descendido u$s660 millones (de u$s2.655 millones en el primer trimestre de 2015 a u$s1.995 millones en igual período de 2016).
Así, Brasil, en medio de una crisis política que se superpone a una crisis económica y social, está afectando seriamente el resultado exportador. Las ventas argentinas a Brasil representan apenas 15% del total de las exportaciones, cuando explicaban el 21% del total hace un lustro.
Autopartistas piden mejorar acuerdo bilateral
Para la Argentina, la falta de consensos en torno al Pacto Automotor Común (PAC) con Brasil es muy grave, no sólo por el déficit autopartista (el mayor junto al energético) sino por el freno a la mejora de esta situación. Con el PAC en marcha, Brasil debe eximir a las piezas locales del pago del IPI, que grava a las manufacturas extranjeras, no sólo de extrazona.
“Desde el Grupo Proa consideramos que no sólo no hay que tocar el flex actual, sino que además para que no se pierdan las exportaciones de autopartes a Brasil, también se deberían incluir dentro de la base de cálculo del Innovar auto las autopartes producidas en Argentina”, sentenció el presidente de la cámara, Julio Cordero.
Esta medida serviría “para que no sólo no se traslade la producción de autopartes de Argentina a Brasil para vehículos fortificados en Argentina, sino que tampoco se sustituyan las pocas autopartes que se siguen utilizando en vehículos fabricados en Brasil”, dijo.
Francisco Martirena Auber
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Fuente:
www.pcram.net