19/06/2015 |
Las automotrices le dijeron al Gobierno que necesitan un mínimo de u$s 260 millones de importaciones por mes para sostener la producción de 600.000 autos anuales...
El esquema de importaciones para el sector más importante de la industria se discute periódicamente entre los empresarios, el Ministerio de Industria y la Secretaría de Comercio.
Actualmente, se autorizan unos u$s 160 millones por mes para todas las firmas, más otros u$s 70 para inversiones, aunque son solo tres compañías las que tienen proyectos de obras para este año. Lo que solicitaron los privados es que la cantidad de divisas autorizadas a través de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) suba unos 100 millones de dólares. Según dijeron desde el Ejecutivo a BAE, el incremento se dará en los próximos días, aunque será menor del planteado por las terminales.
Esa es la cifra que se necesita para garantizar un piso de 600.000 unidades producidas en 2015, según detalló ayer a periodistas la presidenta de General Motors en el país, Isela Costantini, ayer en el Salón Internacional del Automóvil, donde sostuvo: “No vemos crisis para el año que viene”. Ese sería el nivel de vehículos que saldrían de las terminales este año, mientras que en 2016 se prevé un aumento cercano al 12%, lejos de la cifra de “equilibrio” de 850.000 autos y del casi millón del 2013, cuando se observó un boom en el sector fomentado por el dólar barato.
No obstante, la también presidenta de la Asociación de Fábricas Automotores (ADEFA) definió: “todavía no hemos tocado fondo del pozo” en referencia al mal momento que vive la actividad. La mayor preocupación de los empresarios es la actualidad de Brasil, donde la producción caerá un 18% este año, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), cámara de ese país.
Es esta realidad la que empujó al gobierno de Dilma Rousseff a acelerar las negociaciones con la Unión Europea para llegar a un acuerdo comercial, también apoyado por Uruguay. El convenio inquieta a los empresarios locales, que exigen que se fije una postura común. Sin embargo, según aclaró Costantini, el Gobierno no les consultó sobre el tema. “Si Brasil empieza a importar desde Europa sería un problema”, subrayó la ejecutiva argentino-brasileña.
Combo peligro
Importaciones- Brasil- tipo de cambio y precios es el combo que intranquiliza a los empresarios que rondaban ayer el evento del sector en La Rural, en el cual varias compañías presentaron nuevas unidades. Pero un punto que angustia especialmente al sector es el impuesto interno a los autos más caros, al cual culpan por parte de la baja en las ventas.
El piso a partir del que se cobra el gravamen aumentará el primero de julio, aunque los empresarios creen que el incremento será menor que el esperado. “Habría que eliminarlo directamente” demandó ayer Cristiano Rattazzi, presidente de FIAT Argentina. La decisión va más allá del cálculo de los economistas del Palacio de Hacienda. Es que el tema lo sigue directamente la presidenta, Cristina Fernández. “Por eso no esperamos que se caiga la ley”, aclaró Costantini, quien presentó ayer parte del proyecto Fenix, en el cual GM invertirá unos u$s 740 millones para la producción de un nuevo modelo y unos 120.000 motores por año.
Fuente:
DiarioBae
